martes, enero 02, 2007

Ataque corrosivo

Humedad se pega en el cuerpo y viene de lo más hondo de la tierra tus pupilas dejan de procesar lo raro que ves aunque sigues sintiendo una y otra vez los eternos sueños y realidades que se han impregnado en la retina sólo una vez en serio una sólo vez y comienzas en un sanguinario viaje de la imaginación algo inesperado y algo raro se te ocurre salir a la calle y los olores de la ciudad se vuelven densos y te despliegas en otro estado lejos del viejo hormigón de la calle y te da un leve mareo casi por no reconocer el lugar donde te suspendes parte un temblor casi raro casi sórdido y sientes el sonido de las rocas subterráneas en ti cuando sucumbes a los movimientos de la mente corres y arrancas porque en ti se viene un gran catástrofe y tomándote la cabeza con ambas manos llegas a una plaza donde todo se vuelve terremoto y deseas que el mar de tus irregularidades no se salga mas allá de las costas de la conciencia y rezas e imploras porque todo vuelva a la normalidad para que sea como era antes la vida normal esa que te da la calma y la tranquilidad de las comas y puntos que hay en la existencia humana para respirar y pensar y seguir descubres que en la hecatombe de lo inseparable todo va ocurriendo lentamente y se sosiega surge la luz que proviene de la tierra abierta en dos que milagro todo se ha calmado de a poco, las aguas van decantando lentamente y se enfría tu mente, de tu boca sale un gran suspiro, ahora vienen tus comas y puntos para descansar.

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