jueves, noviembre 13, 2008

El sonido del silencio inesperanzado

I

X: Esta es mi piel.

Esta es mi ansia.

Esta es la más blanda de las partes de mi cuerpo,

Esta es la oportunidad asesinada por la barbarie

Y esta, es mi sangre.


Y: Esos son tus ojos, ocultos.

Yo sólo soy un latido en el abismo de las palabras que llenan el ambiente.

Tu eres el abismo, quizás mañana el olvido.

…y por el momento, solo seré quien mire.


X: Sueño con el suelo, la tierra está muda.

El aire tibio cubre las fronteras de la lóbrega calle que se extiende ante mí,

Sórdida,

Ambigua.

Morena.


Y: La lluvia mustia… el plagio del poeta… “llueve”

El mismo aire, la misma lengua,

Déjame que tus ansias me devoren un poco más,

Deja que el torrente lleve mi ánima.


X: La dulce mirada cómplice, te ocultas en tu actuación,

Y: Yo sólo estoy a la expectativa, me suspendo.


II

Arranco,

Floto,

Caigo,

Respiro.


X: No me mires

No te siento

No te vayas


Y: No me dejes de mirar

No me dejes

No te dejare


X: …entonces, no me sueltes


Y: Tengo que hacerlo

X: ¡Basta!

Y: Luego

X: Me da miedo

Yo tengo pena

Y: ¿Volverás?

X: Algún día

Y: ¿Alguna vez?

Quiero que sepas

Que no reanudará….

Esta ahí, entumecida… no hay como borrarla.

III

X: El dolor aparece,

Calma, se vuelve analgésico

Tu saliva entra como fungicida

Quieta, como la lluvia

X: ¿Llueve?

Y: No, son solo tus manos las que duelen

Y: Quédate

X: reviértelo

Y: Déjame ir


IV

Quieto con los ojos encabritados, la eterna cueca de un alma brava

El alma te habla desde el espíritu,

Tus manos sucumben a la inventiva

Te descubres, terminas siendo un mentiroso

Eres débil

Eres de verdad

No te revelas,

Te quedas tal como eres.

¡¡¡¡Quédate!!!!

El aire me lo pide, mi cuerpo tiembla si no gritas

¿Esto es lo que obtengo?

¿Después de haberme involucrado en tus ásperas grietas?

Ya no hay ojos, no hay sorpresas, no hay disgustos, estas neutro.

Detrás de tus ventanas miras, y juegas

Un breve resumen: me sacudes.

Caen mis cabellos por sobre mis hombros, los tuyos también.

Bajas la suerte que cubre mi ser, yo cierro los ojos ante el desolado ser que aun me desnuda.

Un segundo, la vida entera por esto, moriría. Déjame ser tocada por tus ansias

Mis manos, no saben que hacer, toman tu cuello

Se unen para matarte, se asocian con mi boca

Tomo tu cuello, mis dientes absurdos descubren el hambre de las tribulaciones en mí

Término animal, húmedo.

Termino ante ti, vulnerable

Terminas ante mi, débil

Dos seres, la nada.

Y ahora miro, vuelvo a mi prudencia

Tomo las herramientas, te miro.

Tú ahí, tú siempre ahí.

Siempre impoluto, virtuoso.

Yo, solo una siembra de lamentables ahogos insostenibles